Poemas pintados: José Moreno Villa en España y México

El interés del poeta malagueño José Moreno Villa por el arte aflora ya desde los años 20, cuando publica varias monografías sobre pintores españoles como Velázquez, El Greco, Luis de Morales y traduce los Conceptos Fundamentales de Historia del Arte de Wölfflin. En 1924 empieza públicamente su actividad de pintor. Su estilo está influido por el movimiento renovador de la época y animado por las nuevas tendencias, especialmente el cubismo. En 1925 participa con cuatro cuadros en la Primera Exposición de Artistas Ibéricos, uno de los puntos de partida de la vanguardia española donde exponen también Solana, Dalí, Bores, Mallo, Caballero, Togores, Peinado y Rodríguez Luna. En este período da conferencias y escribe varios ensayos sobre el arte moderno en «Revista de Occidente» y «El Sol» y participa en exposiciones colectivas y personales. En los años 30 su pintura se impregna de surrealismo y onirismo y su vinculación con el mundo artístico se hace más evidente: es uno de los signatarios del Manifiesto de la agrupación Gremial de Artístas Plásticos, es nombrado miembro del jurado del Concurso Nacional de Artes figurativas y recibe el primer premio – en la categoría de pintura – del concurso organizado por el Patronato de Turismo de Granada. En 1936, tres cuadros suyos son elegidos, junto con los de otros pintores, para representar España en la Bienal de Venecia. Sin embargo, ninguna de las obras llegó a Italia por el estallido de la guerra civil. El interés de Moreno Villa por el arte se amplía con su llegada a México como exiliado. El primer libro que publica en la nueva tierra es de arte: Locos, enanos, negros y niños palaciegos, gente de placer que tuvieron los Austrias en la Corte Española desde 1563 a 1700), y a éste seguirán La escultura colonial mexicana (1942) y Lo mexicano en las artes plásticas (1948). En México, sobre todo, se intensifica su actividad de pintor. Pinta numerosos retratos a óleo y composiciones en las cuales la naturaleza muerta o el paisaje tienen un carácter imaginativo y a menudo simbólico. La pintura será para él el mundo artístico privilegiado en el cual expresar su experiencia vital mexicana.