¿Qué es una cartografía del dolor?

Si tomamos las acepciones de las voces cartografía y cartografiar ambas utilizan la palabra “trazar” como parte de sus definiciones. Pues bien, eso es precisamente lo que proponemos en este volumen colectivo. A partir de recorridos históricos y literarios, desde el cuerpo, la mente y el alma, como también desde las conceptualizaciones filosóficas y teológicas, pretendemos delinear y vincular las múltiples experiencias del dolor (corporal, psíquica, emocional, espiritual, histórica) que modelan al homo dolens —hombre doliente u hombre que experimenta dolor— a través del desarrollo de un mapa interdisciplinar que ha identificado los distintos puntos focales del dolor. Esto involucró una dimensión empírica, que supuso un trabajo de reconocimiento, acumulación de antecedentes, evidencias y registros diversos, que permitió dimensionar que el dolor es parte constitutiva y articuladora del ser humano. En ese sentido, entendemos la cartografía como una forma de vinculación de diferentes espacios, tiempos, contextos, ideas y actores, con el fin de emplazar al ser humano frente al dolor. Así como, en la cartografía, un punto se entiende en relación a otra referencia, el dolor, por su parte, necesita ser comprendido conectando diversas disciplinas, para de este modo establecer parámetros que permitan su registro, su memoria y su comunicación a otros. Por las mismas razones, la aproximación al fenómeno del dolor se hace más rica, variada y profunda desde la interdisciplina.