Las circunstancias bajo las cuales Alonso González de Nájera coge la pluma para poner por escrito su descarnada visión de la guerra de Arauco no dejan de ser bien notables. El suceso histórico que le sirve como punto de partida es el recordado desastre de Curalaba, que marca un hito trágico en la conquista de Chile. En ese lugar, durante la noche del 23 de diciembre de 1598, los mapuche sorprendieron al gobernador Martín García Óñez de Loyola y a sus capitanes durmiendo desprevenidos, de manera que los indios los pasaron a todos a cuchillo. Este desastroso hecho fue seguido por un alzamiento indígena que significó la sucesiva destrucción de todas las ciudades españolas ubicadas al sur del río Biobío, incluyendo la muerte de numerosos vecinos y soldados y el cautiverio de un gran número de mujeres españolas y niños. Tales noticias causaron mucha alarma y desconcierto en la metrópoli, a tal punto que Felipe III decidió enviar a un militar de renombre, Alonso de Ribera, a pacificar dichos territorios en abril de 1600. Nacido en Cuenca (España) en 1556, Alonso González de Nájera era uno de los capitanes más renombrados que fuera enviado a Chile en un socorro que siguió los pasos de Ribera. Este soldado tuvo una participación destacada en las guerras de Italia, Francia y Flandes, según testimonia su compañero de armas en las batallas europeas, Alonso Vázquez (vol. 74, 414). Nuestro autor emprendió viaje a Chile en noviembre de 1600: tras embarcarse en Lisboa y hacer escala en Rio de Janeiro, arribó a Buenos Aires, de donde pasó a Tucumán y luego a Mendoza, ciudad a la cual llegó en mayo de 1601, cuando ya el invierno y la nieve hacían imposible el cruce de la cordillera de los Andes…
Alonso González de Nájera y su Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile (1614)
Gaune, Rafael
2017
Abstract
Las circunstancias bajo las cuales Alonso González de Nájera coge la pluma para poner por escrito su descarnada visión de la guerra de Arauco no dejan de ser bien notables. El suceso histórico que le sirve como punto de partida es el recordado desastre de Curalaba, que marca un hito trágico en la conquista de Chile. En ese lugar, durante la noche del 23 de diciembre de 1598, los mapuche sorprendieron al gobernador Martín García Óñez de Loyola y a sus capitanes durmiendo desprevenidos, de manera que los indios los pasaron a todos a cuchillo. Este desastroso hecho fue seguido por un alzamiento indígena que significó la sucesiva destrucción de todas las ciudades españolas ubicadas al sur del río Biobío, incluyendo la muerte de numerosos vecinos y soldados y el cautiverio de un gran número de mujeres españolas y niños. Tales noticias causaron mucha alarma y desconcierto en la metrópoli, a tal punto que Felipe III decidió enviar a un militar de renombre, Alonso de Ribera, a pacificar dichos territorios en abril de 1600. Nacido en Cuenca (España) en 1556, Alonso González de Nájera era uno de los capitanes más renombrados que fuera enviado a Chile en un socorro que siguió los pasos de Ribera. Este soldado tuvo una participación destacada en las guerras de Italia, Francia y Flandes, según testimonia su compañero de armas en las batallas europeas, Alonso Vázquez (vol. 74, 414). Nuestro autor emprendió viaje a Chile en noviembre de 1600: tras embarcarse en Lisboa y hacer escala en Rio de Janeiro, arribó a Buenos Aires, de donde pasó a Tucumán y luego a Mendoza, ciudad a la cual llegó en mayo de 1601, cuando ya el invierno y la nieve hacían imposible el cruce de la cordillera de los Andes…Pubblicazioni consigliate
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